El conflicto continúa en la empresa textil Armavir en Río Grande, Tierra del Fuego. Cuando los empleados fueron el miércoles por la mañana a la fábrica, se encontraron con las puertas cerradas.
RIO GRANDE.- "Al llegar a nuestro lugar de trabajo nos encontramos con las puertas totalmente cerradas", dijo el delegado José María Massei. Y agregó: "Aún no sabemos los motivos por los cuáles la empresa dispuso cerrar totalmente la planta", agregó.
Previamente, los trabajadores habían llevado un conjunto de propuestas a los dueños para que reviertan su decisión de despedir a unos 70 empleados.
Entre las alternativas, proponiendo que la empresa busque acogerse a programas nacionales de ayuda como el REPRA, u otros que otorgan líneas de crédito para producir, lo que no fue aceptado por los representantes de la firma.
“Nos dijeron que eso no lo veían viable, no creen que con eso les alcance para contemplar los gastos”, dijo el delegado.
La primera audiencia, que se llevó adelante el martes, fue luego de que el ministerio de Trabajo fueguino dictara la conciliación obligatoria para buscar una salida al conflicto. En la audiencia, la empresa presentó un escrito en el que explicaba la situación desde el mes de diciembre, lo que ya era de público conocimiento, por lo que el ministerio la instó a buscar una solución.
Ahora esperan la segunda audiencia en el ministerio de trabajo, que finalmente se llevará a cabo este jueves.
“Ellos dicen que tienen que achicar gastos porque la empresa no es rentable. Les preguntamos cuanto tienen que achicar y nos dicen que eso lo tienen que estudiar. Lo único que tienen en mente es despidos sin siquiera ver alternativas”, denunció Mazzei a una radio riograndense.
"El origen de este conflicto eran las paritarias, de las que hasta el día de hoy no tenemos novedades. Y ahora nos encontramos con la novedad de que la fábrica está cerrada. Pero nadie a venido a hablar con nosotros para que nos explique qué está sucediendo, y qué pretende la patronal”.