Luego de las críticas sobre si era conveniente llevar adelante la 37° edición de la carrera a la Vuelta a la Tierra del fuego debido a la situación de la pandemia y el crecimiento de casos en las últimas semanas, dicha competencia fue autorizada.
La misma debía establecer una serie de protocolos dispuestos por el COE (Comité Operativo de Emergencia) de la provincia, en el cual se solicitaba un “Auto Público” para evitar el aglomeramiento de personas y poder respetar el distanciamiento social.
Finalmente, nada se respetó y la gente comenzó a llegar de a cientos a todos los lugares tradicionales de la competencia.
Por ejemplo, el sector de la “Trepada del Valdéz”, un lugar icónico dentro de la competencia motociclística, desbordó de espectadores.
Persona policial y de la organización intentaron disipar a la gente, recibiendo como respuestas agresiones verbales, desoyendo a los consejos brindados.
Dicha situación generó un gran malestar en las autoridades provinciales y del COE, quienes a esta hora, se encuentran analizando la posibilidad de suspender la etapa de vuelta desde la ciudad de Ushuaia hacia Río Grande, la cual debería realizarse este domingo.
Una vez más la irresponsabilidad de la gente y el incumplimiento de los protocolos generan un verdadero dolor de cabeza.