Momentos antes de dar inicio al juicio, Mariana Strichiola, madre de la pequeña presuntamente abusada sostuvo que “yo acá vengo a apoyar la palabra de mi ángel, es una nena de cuatro años que pidió ayuda y sigue insistiendo en que es una sola persona la que le hizo daño”.
Asimismo, agregó que “hoy por hoy mi hija está buscando salir adelante, pero está muy lastimada, hemos pasado un año de pesadillas, desprotegida y aun así, estoy muy enfocada en el bienestar de ella”.
Si bien la mujer aseguró que en un principio el acusado tenía una amplia relación con su hija y con ella misma, “era la única persona de mi confianza debido a que yo no tenía familia acá (en Río Grande), los años 2013 y 2014 fueron años muy duros para mí y esto llevó a que la nena comparta mucho más tiempo con su papá”.
Por otro lado, Mariana aclaró que su hija se encuentra con tratamiento psicológico desde el primer día, “aún continúa, puedo decir que ha tenido avances, ella es una nena que hoy come normal, no vomita como lo hacía antes, porque era una repulsión constante que tenía. Hoy puede llegar a explayarse un poco más de lo que le ha pasado, he podido darme cuenta desde cuando ella sufre, pero bueno ella va a salir adelante”; agregando que “yo de todo esto espero justicia, verdad y por sobre todo que cualquier cosa que pueda interferir y que no tenga que ver con la palabra del ángel, que lo dejen afuera, pido humanismo, verdad y justicia para mi hija, porque es un ángel que no decidió nada y que pidió ayuda y que gracias a Dios me tuvo a mí”, concluyó Mariana Strichiola.